Las arquetas son elementos fundamentales en cualquier red de saneamientos y canalizaciones de las localidades. Sin embargo, no todo el mundo conoce exactamente qué son, ya que las confunden con las tapas que las cubren. Dada su importancia, en este artículo se explicará cuál es la función de estos productos y cómo se debe efectuar su limpieza para que ofrezcan siempre el mejor rendimiento.
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La arqueta es un elemento que enlaza cañerías y distribuye las conducciones que dan a ella para promover un correcto saneamiento en la zona donde es instalada. Suele estar enterrada con un cierta profundidad y protegida por una tapa, la cual puede levantarse para acceder a ella. El acceso es necesario para proceder a realizar diferentes operaciones, como limpiarla.
Aunque hay diferentes tipos de arquetas, todos sus cometidos están relacionados con la canalización y distribución de aguas. Sus funciones más destacadas son las siguientes:
Una vez explicadas las funciones más destacadas de estas herramientas, se detallarán los tipos de arqueta que existen actualmente en el mercado.
Es perfecta para unir dos conductos y enlazar tuberías horizontales que se conectan en sitios concretos. También es apta para enlazar las tuberías rectas de entre 10 y 15 centímetros.
Su responsabilidad es evitar que aparezcan malos olores en las canalizaciones de los interiores de viviendas. Se debe situar en la salida de una conducción, antes de la conexión con la red general de saneamientos y aguas.
Es perfecta para colocarla entre la red de un edificio y red la general de saneamiento. Sirve para evitar que las grasas residuales recogidas por la canalización de las viviendas puedan pasar a la red general. La separadora de grasas se instala, principalmente, en edificios donde se desarrollen actividades de restauración, como hoteles o restaurantes. Su fin es evitar que las aguas residuales de las cocinas se junten con las que se dirigen al alcantarillado.
Se usa para recoger agua de lluvia de la calle, así como los líquidos que se vierten en ella. Este tipo dispone de una tapa con rejillas que atrapa hojas o restos de basura, entre otros elementos, para evitar que los arrastre el agua.
Con el fin de conservar las arquetas en perfectas condiciones, es imprescindible que estas se limpien con periodicidad y de forma profesional. Solo así se conseguirá evitar malos olores, plagas de insectos, atascos, inundaciones o, incluso, reventones en las canalizaciones subterráneas. Además, se mantendrá una fluidez adecuada del agua en las redes de saneamiento, sin humedades ni depósitos de formaciones de sales.
Para proceder a la limpieza de estos elementos, es indispensable contar con profesionales especializados. Ellos actuarán adecuadamente en cada caso y resolverán posibles problemas relacionados con las canalizaciones. Además, los expertos cuentan con los conocimientos necesarios para efectuar la limpieza con equipos profesionales. Estos son los siguientes:
En conclusión, las arquetas son componentes protagonistas en las redes de saneamiento y deben conservarse adecuadamente. Se deben limpiar de una forma constante. Siempre hay que apoyarse en empresas con experiencia como Getesan para conseguir resultados efectivos y gratificantes.
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