El alcantarillado sanitario y pluvial

El alcantarillado es una de las estructuras básicas de cualquier núcleo urbano o industrial para poder gestionar debidamente sus residuos. No solo se trata de aquellos que se produzcan de manera natural con la actividad del emplazamiento. También sirven para encauzar las aguas que se puedan producir o acumular en una zona determinada. Se pueden diferenciar dos modelos diferentes del mismo: el de uso sanitario y el de uso pluvial. Desde Getesan, como especialistas en desatascos en Albacete, queremos apuntar las principales diferencias entre uno y otro.

Para qué sirve cada tipo de alcantarillado

Lo primero de todo será entender qué empleos tienen y cómo influye esto en su estructura.

Usos del sanitario

El alcantarillado sanitario se puede definir como la red encargada de recoger y reconducir todos los desechos higiénicos de las personas que viven en un espacio. Es una red independiente de la pluvial. Así, todo aquello que se produce en los baños o el agua que se va por las duchas o por otros espacios de baño, entraría en este sistema.

Como cabe suponer, se exige aquí un tratamiento pertinente para tratar este tipo de aguas y que no supongan un riesgo para la contaminación de una zona. Es necesario purificarlas y descontaminarlas. Por lo general, la mayoría de residuos que arrastran son de carácter doméstico.

Usos del pluvial

Un problema en las ciudades y los núcleos urbanos es el de qué hacer con el agua de lluvia que puede encharcar una calle o una zona. Las alcantarillas para uso pluvial, en este sentido, se presentan como las grandes aliadas para encauzar todo ese flujo y poder reutilizarlo o, por lo menos, que no perjudique el funcionamiento diario y normal de una ciudad.

Un aspecto importante es el de qué sucede con toda esa agua que se retira o se evacúa de una zona. Pues bien, dependerá del espíritu o de la idea con la cual se haya realizado esa preparación. Es decir: en ocasiones se buscará solo encauzar, mientras que en otros contextos lo más recomendable sería almacenar esa agua para un aprovechamiento posterior. Esto dependerá de cómo se efectúen las obras y de la idea que haya detrás de estas.

Cómo prevenir problemas de alcantarillado

Ambas redes se exponen a un problema bastante claro: que haya atascos o que la propia estructura de la alcantarilla se resienta. Por ello, es fundamental que se tengan en cuenta algunas recomendaciones sobre su cuidado para prolongar su vida útil y su efectividad.

En el sistema sanitario

Aquí las recomendaciones que se pueden tener en cuenta serán a nivel particular. Las ciudades o las administraciones tendrán que tener una revisión constante por parte de profesionales. Mientras, lo que uno puede hacer es no tirar por el desagüe restos de comida, tratar de limpiar los desagües cada poco tiempo y utilizar correctamente los sistemas de deshechos y basura.

De esta manera, lo que se pretende es que el sistema sencillamente lleve los fluidos, quedando los residuos sólidos fuera del mismo, de manera que no colapse.

En el sistema fluvial

En estos casos, las propias alcantarillas y los filtros que se vayan instalando serán claves para que el flujo de agua no arrastre materiales sólidos consigo, y no se produzcan atascos. La idea pasa también a ser la de que este tipo de sistemas exclusivamente transporten el agua. Sin tener que preocuparse de recoger o de eliminar elementos sólidos.

En definitiva, el alcantarillado es clave en las ciudades y núcleos urbanos para ofrecer una correcta salida del agua y para garantizar la higiene y la salubridad de los hogares. Para cualquier emergencia o necesidad que haya a este respecto, la mejor medida pasa por contactar siempre con profesionales que puedan solventar el problema.