Limpieza de arquetas de saneamiento
Antes de explicar el procedimiento limpieza de arquetas de saneamiento, conviene definir qué es una fosa séptica o pozo negro.
Qué es una fosa séptica
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Una fosa séptica no es más que un gran depósito al que llegan las aguas negras de los hogares, entendiendo como aguas negras las fecales y las procedentes de los diversos desagües, como pueden ser lavabos, duchas, cocina, etc. Confinando de este modo las aguas, se evita que salgan al exterior y contaminen el medio ambiente.
Las fosas sépticas se utilizan únicamente en zonas desprovistas de conexión a una red general de saneamiento. Por poner un ejemplo, en ciudades de un tamaño considerable, lo lógico es diseñar una red general de recogida de aguas negras, que son finalmente tratadas en una Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
Pero en ciertas zonas, debido a la dispersión geográfica puede ser muy difícil conectarse a una red general de saneamiento. En este caso se hace imprescindible la instalación de fosas sépticas que, evidentemente, deben ser vaciadas y limpiadas con regularidad para evitar que se colmaten.
Por lo tanto, para realizar el mantenimiento de fosas sépticas y el mantenimiento de arquetas es necesario programar adecuadamente una limpieza de arquetas de saneamiento y una limpieza de fosas sépticas en Albacete.
Procedimiento para la limpieza de arquetas de saneamiento
La limpieza se debe llevar a cabo cuando la fosa se encuentra aproximadamente a la mitad de su capacidad total. En este momento se extraen las capas superiores, que están formadas por las sustancias menos densas, como aceites y grasas. A continuación, se realiza la aspiración de parte de los lodos situados en las zonas más profundas. Siempre hay que dejar un porcentaje de lodos para que el sistema de depuración se active rápidamente.
Cómo limpiar una fosa séptica en Albacete
Retirar la tapa
Es necesario retirar la tapa de la fosa lentamente para evitar una salida brusca de los gases que pueda provocar intoxicación al operario.
Evitar encender fuego
Una vez retirada la tapa se evitará el encendido de fuego, ni siquiera cigarrillos. Los gases procedentes de la fosa séptica son altamente inflamables y pueden provocar explosiones muy violentas, que pueden llegar incluso a causar víctimas mortales.
Introducir la bomba aspiradora
Introducir la bomba aspiradora de forma que, en un primer momento, esté en contacto con las capas más superficiales con el objetivo de aspirar las sustancias menos densas, como aceites y grasas.
Una vez que se ha retirado la capa más superficial, se procede a la retirada de los lodos, pero siempre dejando una cantidad en torno al 20 % de la capacidad total de almacenamiento de la fosa.
Añadir un activador bacteriano
Cerrar las tapas de la fosa
Es conveniente asegurarse de que dichas tapas no se puedan abrir con facilidad para evitar accidentes por intoxicación.